El 18 de febrero de 1841, una Asamblea Constituyente proclamó la
separación de El Salvador de la Federación Centroamericana y aprobó su primera
Constitución Política como Estado soberano e independiente. Pero fue hasta el
25 de enero de 1859 que el parlamento salvadoreño emitió el Decreto Legislativo
que proclamó al Estado de El Salvador como República soberana e independiente.
Durante las tres décadas siguientes a la desintegración de la
República Federal, El Salvador vivió un período de gran inestabilidad política,
debido a la rivalidad entre liberales y conservadores, a los conflictos con los
Estados vecinos, y a la falta de consolidación de la identidad nacional. La
lucha por el gobierno entre las dos facciones, llegó al extremo que estando uno
de los dos grupos en el poder, el otro partido no dudaba en pedir ayuda a los
países vecinos para derrocar al gobierno contrario, por lo que en este período
hubo frecuentes insurrecciones y revueltas, manteniéndose un clima constante de
guerra civil.
En Centroamérica, los liberales apoyaban el reconocimiento legal
de las libertades individuales, la liberalización del comercio, la separación
entre Iglesia y Estado, además de defender el unionismo centroamericano;
mientras, los conservadores, por el contrario apoyaban mantener muchas de las
instituciones coloniales, la colaboración entre autoridades civiles y
eclesiásticas, y preferían la independencia de cada país de la antigua
Federación.
En 1840 todavía no había estructuras gubernamentales firmes;
además, había que lidiar con el bagaje de animosidades despertadas durante la
Federación.
El caudillismo
Hay que considerar que tanto la facción liberal como la facción
conservadora estaban organizadas en torno a liderazgos personalistas
(caudillistas). Este fenómeno hacía que no hubiera ejércitos institucionales y
que cada caudillo reclutara su propia milicia. En Centroamérica, el máximo
caudillo liberal fue el hondureño Francisco Morazán y el principal caudillo
conservador fue el guatemalteco Rafael Carrera y Turcios, ambos tenían
seguidores en El Salvador. Los caudillos salvadoreños como Gerardo Barrios
(liberal) y Francisco Malespín y Francisco Dueñas (conservadores) representaron
estas posiciones antagónicas.
Francisco Malespín contaba con el apoyo de Rafael Carrera. Al
principio Malespín no gobernaba directamente, sino a través de presidentes
sobre los que ejercía gran influencia. A partir de 1840 estuvieron
sucesivamente en el poder Antonio José Cañas, Norberto Ramírez, Juan Lindo y
Juan José Guzmán, hasta que en 1844, Malespín se hizo cargo de la presidencia
directamente.
Cada uno de estos gobiernos tuvo que enfrentarse a revueltas
organizadas por los morazanistas que nunca se dieron por vencidos. Los
generales Gerardo Barrios y Trinidad Cabañas se alzan contra el gobierno de
Malespín en septiembre de 1844; la rebelión fracasó y Barrios y Cabañas se
refugian en Nicaragua. Malespín decide invadir Nicaragua y deposita el poder en
manos del vicepresidente José Eufrasio Guzmán, quien era el suegro de Gerardo
Barrios (y padre del autor de la oración a la bandera David J. Guzmán). El
general Barrios convence a Guzmán de asumir la presidencia (1845-1846), con lo
que comienza el “período liberal” Los presidentes que gobernaron en este
período después de Guzmán son: Eugenio A
guilar (1846-1848); y Doroteo Vasconcelos (1848-1851). Estos
mandatarios tuvieron que enfrentar los intentos de Malespín por recuperar el
poder y la enemistad de Carrera. En 1846 el general Malespín intenta una
invasión desde Honduras, pero es derrotado y asesinado a finales de noviembre;
su cabeza se exhibió en una jaula en San Salvador en el camino a Mejicanos en
un lugar que por años se llamo “la calavera”.
El presidente Doroteo Vasconcelos, cometió el error de enemistarse
con Rafael Carrera, desconociendo a su gobierno, apoyando a los liberales
guatemaltecos y repatriando desde Costa Rica, con honores, los restos de
Morazán. Vasconcelos invadió Guatemala y fue derrotado en la Batalla de la
Arada en febrero de 1851, concluyendo así, el primer período de gobierno de los
liberales.
Los conservadores salvadoreños eligieron como presidente a
Francisco Dueñas quien gobernó entre 1851 y 1854, y bajo su influencia se
sucedieron José María de San Martín (1854-56), Rafael Campo (1856-58) y Miguel
Santín del Castillo (1858). Durante este período se produjo el decaimiento de
la producción añilera a causa por la invención de los colorantes sintéticos en
Europa. El cultivo de la planta de jiquilite de la que se extrae el colorante
azul índigo o añil había sido la base de la economía del país desde el período
colonial.
En 1856 los países centroamericanos se unieron para atacar a
William Walker que se había apoderado del gobierno de Nicaragua. El presidente
Rafael Campo nombró a Gerardo Barrios como jefe de las fuerzas salvadoreñas
destinadas a Nicaragua. A su regreso, victorioso, Barrios derrocó a Miguel
Santín y en 1859 se proclamó presidente. Durante su gobierno, el presidente
Barrios introdujo masivamente el cultivo del café en el país y fomentó la
instrucción pública. A pesar de que Barrios trató de no enemistarse con Rafael
Carrera, finalmente llegaron a la confrontación bélica y las fuerzas
salvadoreñas son nuevamente derrotadas. De nuevo es Francisco Dueñas nombrado
presidente en octubre de 1863, manteniéndose hasta 1871 con el apoyo de
Guatemala. Gerardo Barrios seria fusilado en 1865.
En abril de 1871, el liberal Santiago González (cuya hija
Concepción sería la esposa de Tomás Regalado) derrocó a Dueñas, lo que marca el
triunfo de los liberales. En su gobierno que, se prolongó hasta 1876, se
proclamó la libertad de cultos, se secularizaron los cementerios, se legalizó
el matrimonio civil, se introdujo la educación laica y se suprimieron las
órdenes religiosas.
DEL AÑIL AL CAFÉ
El cultivo del café requería de recursos económicos para poder
establecerse, por lo que solo una parte reducida de la población tuvo el dinero
para poder desarrollarlo (la planta necesita estar en una elevación entre 750 y
1500 mt. Sobre el nivel del mar, se necesita contratar mano de obra, comprar
tierra adecuada, conseguir insumos y no se lograba una cosecha buena antes de 5
años); Además, las formas de tenencia de tierra heredadas del período colonial
no se adaptaban a las necesidades del cultivo del café; como era un producto
que requería invertir grandes cantidades de dinero, había primero que
establecer la propiedad de la tierra, nadie quiere invertir grandes cantidades
de dinero en una tierra cuya propiedad no es reconocida por los demás.
El Salvador heredó de la colonia 3 tipos de tenencia: tierras
comunales y ejidos, baldíos y propiedad privada. La coexistencia de estas
formas de propiedad representaba problemas, pues las comunidades indígenas
alegaban derechos adquiridos a esa tierra desde tiempos remotos, mientras que
había españoles y ladinos que buscaban apropiarse de terrenos que los indígenas
decían suyos.
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