Los primeros años habían sido difíciles, pero en 1824, al
proclamarse las constituciones de los estados y de la Federación, se empezaron
a colocar los cimientos del edificio del estado en Centroamérica. Los dos años
siguientes parecían promisorios, pues se instaló un congreso federal, se eligió
en 1825 al salvadoreño Manuel José Arce como presidente de la Federación, y se
empezaron a establecer relaciones con las potencias extranjeras (Inglaterra,
Estados Unidos y Holanda enviaron diplomáticos para establecer relaciones con
el nuevo país).
Pero debido a las grandes diferencias entre las regiones, entre
liberales y conservadores, y entre políticos individuales, estalló el
conflicto. Arce trató de conciliar las diferentes facciones; pero en ambos
bandos, liberales y conservadores, había individuos radicales que rechazaban el
acuerdo con el otro lado. El mismo Arce, que resulto electo con los votos
liberales, se vio en la necesidad de apoyarse en los conservadores para
intentar gobernar.
En 1826 el gobierno de Arce se enfrentó con el gobierno liberal
del Estado de Guatemala, estallando la guerra civil en toda Centroamérica con
excepción de Costa Rica. La guerra duró hasta 1829. Los liberales se unieron en
torno del hondureño Francisco Morazán, quien logró derrotar militarmente a las
tropas federales y expulsó de Centroamérica a Arce, en 1829; siendo electo como
Presidente de la Federación en 1830.
El Estado de El Salvador se dio su propia Constitución el 22 de
junio de 1824, siendo jefe de Estado, el independentista Juan Manuel Rodríguez.
Desde la época colonial existía gran recelo entre las élites de San Salvador y
Guatemala y luego de la independencia, se produjo una abierta confrontación.
Mientras el gobierno de la República Federal residió en Guatemala, hubo numerosos
enfrentamientos entre éste y el gobierno estatal de El Salvador. En 1827
estalla la guerra entre el gobierno del Estado de El Salvador y el gobierno
federal de Arce. En 1830 los salvadoreños eligen a José María Cornejo, un
conservador, como Jefe de Estado, quien se opone al nuevo presidente federal
Morazán y llega hasta declarar la separación del Estado salvadoreño de la
Federación. Morazán con sus tropas federales entraron a San Salvador,
destituyendo a Cornejo y dejando en el poder a Mariano Prado, quien al poco
tiempo es sustituido por Joaquín de San Martín, que de nuevo anuncia la
separación de la Federación. Morazán entonces invadió El Salvador y trasladó la
capital federal a San Salvador, en 1834. Luego del traslado a San Salvador del
gobierno federal y hasta 1840, Morazán impuso un fuerte control sobre el
gobierno del Estado de El Salvador. En 1837 Rafael Carrera, apoyado por el
clero y los conservadores de Guatemala, se levantó en armas desde
Quetzaltenango contra la Federación. Carrera derrotó a Morazán, quien abandonó
San Salvador en 1840, rumbo a Costa Rica. Tras el exilio de Morazán, se instaló
un nuevo gobierno conservador en El Salvador, presidido por Juan Nepomuceno
Lindo.
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