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domingo, 17 de marzo de 2013

EL SALVADOR ENTRE 1876-1931.




El presidente Rafael Zaldívar, que había sustituido a González en 1876, decretó en 1881 y 1882, varias leyes que anularon el sistema de tierras comunales y ejidos, prevalente en el país, desde la época colonial. Esta legislación virtualmente permitió que unas pocas familias se adueñaran de grandes extensiones de tierras. Zaldívar fue derrocado en 1885, sucediéndolo el general Francisco Menéndez, quién promulgó la Constitución de 1886, de principios liberales. Durante este período, familias europeas llegaron al país y rápidamente se colocaron en una situación económica poderosa debido a su conocimiento del mercado internacional. Estas familias se desarrollaron en el área del comercio y en la producción e industrialización del café.

El general Francisco Menéndez gobernó desde 1895 hasta su derrocamiento el 22 de junio de 1890 a manos del general Carlos Basilio Ezeta, falleciendo ese mismo día de un infarto.
El general Carlos Ezeta gobernó del 22 de junio al 10 de junio de 1894, cuando fue derrocado por la llamada “revolución de los 44” (grupo de insurrectos que se rebelaron contra el gobierno del general Carlos Ezeta en 1894 en El Salvador y que tuvo como principal bastión la ciudad de Santa Ana). El general Rafael Gutiérrez, Entre los célebres Cuarenta y cuatro (que derrocaron al presidente Carlos Ezeta) se destacó mucho, el 10 de junio de 1894, tras una sangrienta revolución asumió el poder presidencial como un gobernante provisorio hasta el 1 de marzo de 1895 fecha desde la cual gobernó como presidente de la república hasta el 14 de noviembre de 1898. El general Tomás Regalado, fue uno de los conspiradores que el 29 de abril de 1894 participó en el derrocamiento del gobierno de Carlos Ezeta, dentro del movimiento llamado de "Los 44". El 14 de noviembre de 1898, el General Regalado derrocó al presidente Rafael Antonio Gutiérrez, y asumió la presidencia de la República. En 1899 fue elegido, presidente constitucional para un período de cuatro años. Según el historiador Thomas Anderson en su libro "Matanza" de 1992 (Curbstone Press Connecticut USA), Regalado inició un sistema de designación de presidentes; comenzando con Pedro José Escalón hasta llegar a Pío Romero Bosque. Terminado su mandato (1903), el general Regalado fue nombrado, ministro de Guerra, por su sucesor Pedro José Escalón. En 1906 al estallar la Guerra entre El Salvador y Guatemala, fue nombrado comandante de las tropas salvadoreñas que invadieron el territorio guatemalteco. Durante un combate en el sitio llamado "El Entresijo", Regalado entró a la batalla y fue herido gravemente muriendo el 11 de junio de 1906.
Pedro José Escalón, (1903-1907) Durante su gobierno se creó la Escuela de Comercio y Hacienda anexa al Instituto Nacional Central en diciembre de 1906 y se inició la construcción del Palacio Nacional y el Teatro Nacional de San Salvador, además de incrementar considerablemente el servicio telegráfico y telefónico, agregando varios centenares de millas de nuevas líneas telefónicas y telegráficas, así como la construcción estaciones telegráficas; aumentó también el personal necesario para su operativización y mantenimiento, e introdujo el servicio de alumbrado eléctrico en San Salvador. Al término de su período, en 1907, se alejó de la política y vivió retirado en sus propiedades rurales, hasta el momento de su muerte.
El general Fernando Figueroa, Fue presidente de 1907 a 1911, uno de sus nietos es el Dr. Fabio Castillo Figueroa.
El Doctor Manuel Enrique Araujo, Presidente de la República (1911-1913), el único gobernante del país asesinado en ejercicio de sus funciones.
El doctor Araujo se presentó como candidato oficial en las elecciones de noviembre de 1910, con el apoyo del presidente saliente Fernando Figueroa. Tras ser declarado ganador, tomó posesión, como presidente, el 1 de marzo de 1911. Durante su gobierno dio una especial atención al Ejército. Muchas misiones militares extranjeras fueron contratadas para servir a la educación y preparación técnica de los oficiales salvadoreños. En 1912 se fundó la Guardia Nacional. Para la organización de este cuerpo de seguridad, se contrató a ex oficiales de la Guardia Civil española a cuya imagen se organizó la salvadoreña, como una policía rural; en el período de Araujo se crearon además, los juzgados de paz en todos los municipios del país, para garantizar la vigencia de la ley en todo el territorio nacional y se estableció el Ministerio de Agricultura, para impulsar el cultivo del café. En 1911 se celebró el centenario del alzamiento independentista de 1811, con la inauguración del monumento a los próceres en el Parque Libertad de San Salvador y en 1912 se decretaron la actual Bandera y Escudo Nacional.
El 4 de febrero de 1913 durante un concierto en el parque Bolívar de San Salvador, (hoy Plaza Barrios), el presidente Araujo fue gravemente herido a machetazos por los campesinos Virgilio Mulatillo, Fermín Pérez y Fabián Graciano. El presidente falleció cinco días después a causa de las heridas recibidas. Nunca se investigó a fondo, los motivos de los atacantes, que fueron fusilados, luego de un juicio militar.
Dinastía
Melendez-Quiñonez

EL SALVADOR ENTRE 1840 Y 1871.




El 18 de febrero de 1841, una Asamblea Constituyente proclamó la separación de El Salvador de la Federación Centroamericana y aprobó su primera Constitución Política como Estado soberano e independiente. Pero fue hasta el 25 de enero de 1859 que el parlamento salvadoreño emitió el Decreto Legislativo que proclamó al Estado de El Salvador como República soberana e independiente.
Durante las tres décadas siguientes a la desintegración de la República Federal, El Salvador vivió un período de gran inestabilidad política, debido a la rivalidad entre liberales y conservadores, a los conflictos con los Estados vecinos, y a la falta de consolidación de la identidad nacional. La lucha por el gobierno entre las dos facciones, llegó al extremo que estando uno de los dos grupos en el poder, el otro partido no dudaba en pedir ayuda a los países vecinos para derrocar al gobierno contrario, por lo que en este período hubo frecuentes insurrecciones y revueltas, manteniéndose un clima constante de guerra civil.
En Centroamérica, los liberales apoyaban el reconocimiento legal de las libertades individuales, la liberalización del comercio, la separación entre Iglesia y Estado, además de defender el unionismo centroamericano; mientras, los conservadores, por el contrario apoyaban mantener muchas de las instituciones coloniales, la colaboración entre autoridades civiles y eclesiásticas, y preferían la independencia de cada país de la antigua Federación.
En 1840 todavía no había estructuras gubernamentales firmes; además, había que lidiar con el bagaje de animosidades despertadas durante la Federación.

El caudillismo

Hay que considerar que tanto la facción liberal como la facción conservadora estaban organizadas en torno a liderazgos personalistas (caudillistas). Este fenómeno hacía que no hubiera ejércitos institucionales y que cada caudillo reclutara su propia milicia. En Centroamérica, el máximo caudillo liberal fue el hondureño Francisco Morazán y el principal caudillo conservador fue el guatemalteco Rafael Carrera y Turcios, ambos tenían seguidores en El Salvador. Los caudillos salvadoreños como Gerardo Barrios (liberal) y Francisco Malespín y Francisco Dueñas (conservadores) representaron estas posiciones antagónicas.
Francisco Malespín contaba con el apoyo de Rafael Carrera. Al principio Malespín no gobernaba directamente, sino a través de presidentes sobre los que ejercía gran influencia. A partir de 1840 estuvieron sucesivamente en el poder Antonio José Cañas, Norberto Ramírez, Juan Lindo y Juan José Guzmán, hasta que en 1844, Malespín se hizo cargo de la presidencia directamente.
Cada uno de estos gobiernos tuvo que enfrentarse a revueltas organizadas por los morazanistas que nunca se dieron por vencidos. Los generales Gerardo Barrios y Trinidad Cabañas se alzan contra el gobierno de Malespín en septiembre de 1844; la rebelión fracasó y Barrios y Cabañas se refugian en Nicaragua. Malespín decide invadir Nicaragua y deposita el poder en manos del vicepresidente José Eufrasio Guzmán, quien era el suegro de Gerardo Barrios (y padre del autor de la oración a la bandera David J. Guzmán). El general Barrios convence a Guzmán de asumir la presidencia (1845-1846), con lo que comienza el “período liberal” Los presidentes que gobernaron en este período después de Guzmán son: Eugenio A
guilar (1846-1848); y Doroteo Vasconcelos (1848-1851). Estos mandatarios tuvieron que enfrentar los intentos de Malespín por recuperar el poder y la enemistad de Carrera. En 1846 el general Malespín intenta una invasión desde Honduras, pero es derrotado y asesinado a finales de noviembre; su cabeza se exhibió en una jaula en San Salvador en el camino a Mejicanos en un lugar que por años se llamo “la calavera”.
El presidente Doroteo Vasconcelos, cometió el error de enemistarse con Rafael Carrera, desconociendo a su gobierno, apoyando a los liberales guatemaltecos y repatriando desde Costa Rica, con honores, los restos de Morazán. Vasconcelos invadió Guatemala y fue derrotado en la Batalla de la Arada en febrero de 1851, concluyendo así, el primer período de gobierno de los liberales.
Los conservadores salvadoreños eligieron como presidente a Francisco Dueñas quien gobernó entre 1851 y 1854, y bajo su influencia se sucedieron José María de San Martín (1854-56), Rafael Campo (1856-58) y Miguel Santín del Castillo (1858). Durante este período se produjo el decaimiento de la producción añilera a causa por la invención de los colorantes sintéticos en Europa. El cultivo de la planta de jiquilite de la que se extrae el colorante azul índigo o añil había sido la base de la economía del país desde el período colonial.
En 1856 los países centroamericanos se unieron para atacar a William Walker que se había apoderado del gobierno de Nicaragua. El presidente Rafael Campo nombró a Gerardo Barrios como jefe de las fuerzas salvadoreñas destinadas a Nicaragua. A su regreso, victorioso, Barrios derrocó a Miguel Santín y en 1859 se proclamó presidente. Durante su gobierno, el presidente Barrios introdujo masivamente el cultivo del café en el país y fomentó la instrucción pública. A pesar de que Barrios trató de no enemistarse con Rafael Carrera, finalmente llegaron a la confrontación bélica y las fuerzas salvadoreñas son nuevamente derrotadas. De nuevo es Francisco Dueñas nombrado presidente en octubre de 1863, manteniéndose hasta 1871 con el apoyo de Guatemala. Gerardo Barrios seria fusilado en 1865.
En abril de 1871, el liberal Santiago González (cuya hija Concepción sería la esposa de Tomás Regalado) derrocó a Dueñas, lo que marca el triunfo de los liberales. En su gobierno que, se prolongó hasta 1876, se proclamó la libertad de cultos, se secularizaron los cementerios, se legalizó el matrimonio civil, se introdujo la educación laica y se suprimieron las órdenes religiosas.

DEL AÑIL AL CAFÉ

El futuro del añil como producto de exportación se puso en duda después de 1856 cuando se invento en Europa el primer colorante sintético, aunque pasaron muchos años antes de que los colorantes artificiales tuvieran un impacto sensible en los precios el añil, a partir de 1870 quedo claro que los precios del añil tendían a bajar y los del café a aumentar.
El cultivo del café requería de recursos económicos para poder establecerse, por lo que solo una parte reducida de la población tuvo el dinero para poder desarrollarlo (la planta necesita estar en una elevación entre 750 y 1500 mt. Sobre el nivel del mar, se necesita contratar mano de obra, comprar tierra adecuada, conseguir insumos y no se lograba una cosecha buena antes de 5 años); Además, las formas de tenencia de tierra heredadas del período colonial no se adaptaban a las necesidades del cultivo del café; como era un producto que requería invertir grandes cantidades de dinero, había primero que establecer la propiedad de la tierra, nadie quiere invertir grandes cantidades de dinero en una tierra cuya propiedad no es reconocida por los demás.
El Salvador heredó de la colonia 3 tipos de tenencia: tierras comunales y ejidos, baldíos y propiedad privada. La coexistencia de estas formas de propiedad representaba problemas, pues las comunidades indígenas alegaban derechos adquiridos a esa tierra desde tiempos remotos, mientras que había españoles y ladinos que buscaban apropiarse de terrenos que los indígenas decían suyos.

La rebelión de Anastasio Aquino.


 Una de las causas de la derrota de los liberales y la disolución de la Federación Centroamericana fue su
Anticlericalismo, el fuerte sentimiento provinciano de cada región, y además la aprobación de una serie de leyes que provocaron reacciones negativas entre la población indígena. Las Cortes de Cádiz habían suprimido en 1812 los tributos de los pueblos indios. Cada vez que se querían implantar de nuevo, surgían reacciones negativas en las comunidades indígenas. Cuando Mariano Prado como Jefe de Estado de El Salvador introdujo el sistema de jurados y un nuevo impuesto que tenían que pagar todos los ciudadanos, se produjeron levantamientos en Izalco y San Miguel, produciéndose en 1833 la sublevación de los indígenas nonualcos, acaudillados por Anastasio Aquino, en la población de Santiago Nonualco en el actual departamento de La Paz. Para atrapar al rebelde, se propuso perdón a las vidas de quienes revelaran su paradero. A pesar de que hubo negativa de sus parciales, hubo alguien que lo traicionó y logró ser capturado el 23 de abril. [ ]Aquino sería trasladado a Zacatecoluca donde fue juzgado y condenado a muerte. En la ciudad de San Vicente se ejecutó la pena por decapitación. La cabeza del insurrecto fue colocada en una jaula con el rótulo: "ejemplo de revoltosos".
A raíz de todos estos sucesos, los estados fueron decidiendo, uno a uno, abandonar la federación. Cuando concluyó el período presidencial de Morazán en 1839 ya no hubo nuevas elecciones. La República Federal de Centroamérica había muerto.

LA REPUBLICA FEDERAL.



Los primeros años habían sido difíciles, pero en 1824, al proclamarse las constituciones de los estados y de la Federación, se empezaron a colocar los cimientos del edificio del estado en Centroamérica. Los dos años siguientes parecían promisorios, pues se instaló un congreso federal, se eligió en 1825 al salvadoreño Manuel José Arce como presidente de la Federación, y se empezaron a establecer relaciones con las potencias extranjeras (Inglaterra, Estados Unidos y Holanda enviaron diplomáticos para establecer relaciones con el nuevo país).
Pero debido a las grandes diferencias entre las regiones, entre liberales y conservadores, y entre políticos individuales, estalló el conflicto. Arce trató de conciliar las diferentes facciones; pero en ambos bandos, liberales y conservadores, había individuos radicales que rechazaban el acuerdo con el otro lado. El mismo Arce, que resulto electo con los votos liberales, se vio en la necesidad de apoyarse en los conservadores para intentar gobernar.
En 1826 el gobierno de Arce se enfrentó con el gobierno liberal del Estado de Guatemala, estallando la guerra civil en toda Centroamérica con excepción de Costa Rica. La guerra duró hasta 1829. Los liberales se unieron en torno del hondureño Francisco Morazán, quien logró derrotar militarmente a las tropas federales y expulsó de Centroamérica a Arce, en 1829; siendo electo como Presidente de la Federación en 1830.
El Estado de El Salvador se dio su propia Constitución el 22 de junio de 1824, siendo jefe de Estado, el independentista Juan Manuel Rodríguez. Desde la época colonial existía gran recelo entre las élites de San Salvador y Guatemala y luego de la independencia, se produjo una abierta confrontación. Mientras el gobierno de la República Federal residió en Guatemala, hubo numerosos enfrentamientos entre éste y el gobierno estatal de El Salvador. En 1827 estalla la guerra entre el gobierno del Estado de El Salvador y el gobierno federal de Arce. En 1830 los salvadoreños eligen a José María Cornejo, un conservador, como Jefe de Estado, quien se opone al nuevo presidente federal Morazán y llega hasta declarar la separación del Estado salvadoreño de la Federación. Morazán con sus tropas federales entraron a San Salvador, destituyendo a Cornejo y dejando en el poder a Mariano Prado, quien al poco tiempo es sustituido por Joaquín de San Martín, que de nuevo anuncia la separación de la Federación. Morazán entonces invadió El Salvador y trasladó la capital federal a San Salvador, en 1834. Luego del traslado a San Salvador del gobierno federal y hasta 1840, Morazán impuso un fuerte control sobre el gobierno del Estado de El Salvador. En 1837 Rafael Carrera, apoyado por el clero y los conservadores de Guatemala, se levantó en armas desde Quetzaltenango contra la Federación. Carrera derrotó a Morazán, quien abandonó San Salvador en 1840, rumbo a Costa Rica. Tras el exilio de Morazán, se instaló un nuevo gobierno conservador en El Salvador, presidido por Juan Nepomuceno Lindo.

Liberación de los esclavos.




Durante las reuniones de la Asamblea Nacional Constituyente, los diputados José Matías Delgado, José Francisco Barrundia y Mariano Gálvez, propusieron la abolición de la esclavitud. La discusión decisiva de este asunto se llevo a cabo en la sesión del 31 de diciembre de 1823, cuando el diputado salvadoreño Doctor y Presbítero José Simeón Cañas pronunció el discurso que le hiciera famoso.
La cuestión del obispado salvadoreño.
Una vez realizada la Independencia de Centroamérica, el dominio político de Guatemala sobre San Salvador había disminuido, pero en lo religioso aún permanecía. Desde 1810 existía la aspiración de los salvadoreños de erigir un Obispado en la provincia —que tenía la calidad de vicaría a través de la petición de José Ignacio Ávila ante las Cortes de Cádiz, la cual no había prosperado. Ese propósito era una manifestación del nacionalismo salvadoreño, y una medida que tendía a hacer más débiles los vínculos con la capital del Reino.
La Asamblea Constituyente de Centro América se declaró sobre el asunto, estableciendo que era a la nación centroamericana a quien correspondía el derecho de presentación para las prelacías, y no a ningún Estado en particular, aunque dejaba la posibilidad de acordar los nombramientos con la Santa Sede, situación de la que los salvadoreños no esperaban ser beneficiados a corto plazo.[ ]Por ello, el 27 de abril de 1824 el gobierno salvadoreño ignoró cualquier decisión y decretó la erección del Obispado de San Salvador y al Presbítero José Matías Delgado como su obispo.[] Tras la aprobación del Gobierno, el día 5 de mayo el Congreso Constituyente de El Salvador ratificó la decisión; por lo que Delgado asumió el cargo el día seis.
El Papa León XIII no veía con simpatía la independencia de América y el arzobispo de Guatemala, Fray Ramón Casaus y Torres, era monárquico. Al final el papa decidió sobre el asunto el 13 de agosto de 1826. En tres breves, fechados el 1 de diciembre de ese año, en uno de ellos dirigido a Delgado, expresó que la erección de la sede episcopal era ilegítima y de ningún valor, y amenazó con la excomunión al padre Delgado.
El problema del obispado se resolvió en 1843 cuando el Papa Gregorio XVI estableció la diócesis de San Salvador y nombró obispo a Monseñor Jorge Viteri y Ungo.

El Salvador 1821- 1824



La euforia de la independencia se disipó después de los primeros días, cuando quedo en claro que no sería fácil gobernar; ya que cada grupo deseaba algo distinto. Si los conservadores querían mantener las mismas autoridades y, en lo posible, el mismo sistema, los liberales querían cambiar la forma de gobierno siguiendo las ideas de la Ilustración. Si la antigua capital colonial de Ciudad de Guatemala quería mantener su importancia, los ayuntamientos del resto de Centroamérica querían actuar de forma más autónoma. Si los comerciantes en la ciudad de Guatemala querían ampliar sus negocios, los productores de añil de en la provincias, especialmente en San Salvador, querían escapar de la opresión del monopolio comercial. Estos intereses contrapuestos causaron una gran inestabilidad que destruyó la frágil unión política centroamericana creada después de la independencia.
La preocupación de los sectores conservadores se tranquilizó cuando las autoridades de Guatemala recibieron una carta de Iturbide, quien se había proclamado Emperador de México, invitando a Centroamérica a unirse al imperio.
La Junta decidió consultar a los ayuntamientos y respondieron dos tercios de ellos, de los cuales 168 aprobaron la anexión, y dos, San Salvador y San Vicente, rehusaron unirse a México. La Junta de Guatemala declaró la anexión a México el 5 de enero de 1822. Iturbide envió tropas mexicanas al mando del Brigadier Vicente Filísola para someter a las provincias rebeldes de San Salvador y San Vicente. El Brigadier Filísola entró con sus tropas a San Salvador en febrero de 1823, luego de varios meses de resistencia. Como parte de su estrategia para atajar la amenaza mexicana, San Salvador envió a Manuel José Arce y Juan Manuel Rodríguez en una misión a Washington para negociar la unión con los Estados Unidos de América. Es imposible saber hasta dónde estaban dispuestos a llegar con este proyecto, aunque sí está claro que la intención inmediata era hacer que Filísola se lo pensara dos veces antes de entrar a territorio salvadoreño. Cualquiera que fuera el plan, no tuvo resultado; el Brigadier Filísola entró con sus tropas a San Salvador en febrero de 1823, luego de varios meses de resistencia
Cuando Filísola regresó a Guatemala, recibió la noticia de que Iturbi de había sido derrocado y que México se había constituido en república. Siendo Filísola fiel a su emperador y no a México, le pidió a la Junta de Guatemala que convocara a los diputados centroamericanos para que tomaran una decisión. La asamblea centroamericana proclamó, el 1 de julio de 1823, la independencia de España, México o cualquier otra nación y se constituyeron las Provincias Unidas de Centroamérica. El 22 de diciembre de 1823 la Alcaldía Mayor de Sonsonate y la Intendencia de San Salvador acuerdan unirse, Ahuachapán se rehúsa hasta el 7 de febrero de 1824, cuando las dos provincias se unen totalmente y forman el Estado de El Salvador, perteneciente a las Provincias Unidas de Centroamérica. La asamblea constituyente fue presidida por el prócer salvadoreño José Matías Delgado. La asamblea constituyente promulgó la primera Constitución federal, el 22 de noviembre de 1824.

Videos de acontecimientos importantes de la Historia de El Salvador



Esto es solo parte de lo que se vivió en territorio salvadoreño a causa de la guerra interna que se desato por la opresión del Gobierno Salvadoreño.